Si algo nos gusta del verano es que los espacios como el jardín, la terraza e incluso el garaje se vuelven imprescindibles en las reuniones de familia, pues son el escenario de las tradicionales y más ricas parrilladas.
Para disfrutar al máximo, cocinar y hacer felices a todos, te compartimos los ocho pasos de todo buen parrillero (o parrillera, aunque ese trabajo le encante a los hombres).
1. Los utensilios del buen parrillero
Para empezar y sin excepción se debe tener todo a la mano, pues como parrillero fungirás como un fiel vigilante de la carne, por ello no debe faltarte: pinzas largas para mover las brasas y dar vuelta a las carnes, guantes protectores de calor, cuchillos, una buena tabla para cortar y mucha actitud.
2. Para todos hay
Realiza un aproximado de las personas que asistirán y procura para cada uno de entre 300 a 400 g de chorizos, alitas y carne principal, por ejemplo, para 10-15 personas tendrás que comprar de tres a cuatro kilos de chorizos, tres a cuatro kilos de alitas y así igual para arrachera, bistecs, brochetas. Trata de probar diferentes cortes de carne, para darle variedad.
3. Siempre preparada
La diferencia de una buena parrillada a una parrillada excelente, es la forma en que prepares la carne antes de meterla a las brasas. Para ello debes tomar en cuenta: tener la carne a temperatura ambiente el día de la barbacoa, marinar o adobar la carne la noche anterior, sazonar las carnes con sal, pimienta y especias una vez estén cocinadas, así podrás disfrutarlas con distintos sabores.
4. Tiempo, paciencia y distancia
Estos tres puntos coinciden con la manera en que deben verse las brasas, es decir, maduras, blanquecinas o grisáceas y la parrilla no muy cerca para preparar lentamente las carnes hasta el punto de cocción deseado. De no hacerlo así, la carne quedará quemada por fuera y nada cocida por dentro.
5. El fuego perfecto
Aunque se vean muy bonitas las ramas y muchos aseguren que así la carne tiene mejor sabor, debes estar alimentándola mucho tiempo, tardará más y es probable que el resultado sea carne cruda, opta por el carbón, ya que las brasas durarán mucho más y mantendrán la potencia constante.
6. Toda la carne al asador
Al momento de asar la carne, hay que tener paciencia y dejar que el proceso se lleve tranquilamente. Comienza con los chorizos, para pasar después a las carnes magras. Por último cuando el fuego este en todo su esplendor, coloca las piezas más grandes que necesitarán más tiempo, para que se vayan cocinando, mientras los invitados van por las entradas.
7. Apagado de brasas y limpieza
Cuando hayas terminado de cocinar, deja que las brasas se vayan extinguiendo y después apaga con agua. Aprovecha que la parrilla aún está caliente para limpiarla con un estropajo metálico.
Por último no olvides abastecerte de ensaladas, guarniciones, aperitivos, bebidas y por supuesto el postre.