Se acerca el Día de Muertos y con el una de las tradiciones mexicanas llenas de colorido, misticismo y sabores que se reflejan en las hermosas ofrendas. Entre los elementos que las adornan sobresale el legendario pan de muerto, el cual no puede faltar en la celebración y ansiamos su llegada para degustarlo con un rico atole.
Los historiadores nos cuentan dos versiones sobre el origen de nuestro delicioso pan; en la primera afirman que nace cuando nuestros antepasados enterraban a sus difuntos con todas sus pertenencias, incluyendo un pan para que tuvieran que comer en su camino a la otra vida.
La segunda se remonta a la época prehispánica, en donde dicen el pan se preparaba con semillas de amaranto y se bañaba con sangre de las personas sacrificadas en honor a los dioses Izcoxauhqui o Huehuetéotl, al ver esto los españoles rechazaron el ritual e iniciaron la elaboración del pan de trigo, con forma de corazón, bañándolo de azúcar y pitándolo de rojo, una manera más pintoresca y deliciosa para ofrendar a la muerte.
La forma que en la que lo conocemos hoy en día es muy diferente. El pan es redondo, por aquello del ciclo de la vida y la muerte, la bolita en la parte superior y al centro es el cráneo del difunto y las cuatro canillas alrededor son los huesos de su cuerpo que señalan las direcciones del nahuolli o universo, aunque muchos en realidad creen que el significado real son los cuatro puntos cardinales del calendario azteca, que a su vez se relacionan con las cuatro principales deidades aztecas (Quetzalcóatl, Xipetotec, Tláloc y Tezcatlipoca).
Los ingredientes base para prepararlo son: harina, mantequilla, sal, azúcar, huevo, leche y levadura, pero a lo largo de la República Mexicana existen infinidad de variedades de pan de muerto pues cada estado cuenta con su propia versión para prepararlo; desde los que van sólo azucarados, los que se barnizan en huevo con ajonjolí, los pintados de rojo, los más modernos rellenos de crema pastelera, crema de avellanas o nata, hasta los que van con todo y dedicatoria. Sin embargo y sin importar su variación, no hay mexicano que no lo disfrute, por ello en Huevo San Juan te compartimos la receta: http://bit.ly/panmuertoHSJ, para que preparares muchos y compartas pues ya dice el famoso refrán: “Llévate mi alma, quítame la vida, pero de mi pan de muerto, ni una mordida”.