¿Sabías que dentro de los huevos existen unas barreras naturales que ayuda a cuidar y preservar su interior en óptimas condiciones? Si lo desconocías, sigue leyendo, pues te daremos interesante información acerca de este delicioso alimento.
Un claro ejemplo de estas barreras naturales es la clara de huevo, la cual ayuda a cuidar el centro del producto, conocido como yema, la cual es un medio idóneo para el rápido desarrollo de microorganismos. Gracias a la clara, el interior del huevo está mejor protegido.
Otras capas que ayudan a esta óptima preservación son:
La cáscara, la cual es la barrera más importante, está compuesta por sales de carbonato cálcico, fosfato cálcico y proteínas y sus poros permiten el intercambio gaseoso con el exterior.
Un dato muy interesante de la cáscara es que su color está estrechamente ligado a la herencia y depende de la concentración de unos pigmentos denominados “porfirinas” que varían dependiendo del color de la gallina ponedora.
Las membranas testáceas son un entramado de fibras que actúan a modo de filtro, las cuales complican el paso de microorganismos al interior, su textura es un poco elástica y en ocasiones puede llegar a causar confusión entre las personas que consumen huevo; sin embargo, es un elemento natural del huevo.
El albumen o clara está compuesto por cuatro pequeñas capitas que forman el “saco albuminoideo”, sus proteínas son capaces de impedir la multiplicación de los microorganismos invasores mediante diferentes mecanismos de acción y además su viscosidad dificulta el movimiento de las bacterias y mantiene la distancia entre cáscara y yema.
Como te podrás dar cuenta, el huevo tiene sus propios escudos que protegen el centro. Por esta razón es importante no consumir huevos que tengan alguna fisura o que estén un poco quebrados y claras que estén expulsadas hacia la superficie exterior.
Recuerda que en Huevo San Juan trabajamos para brindarte la mejor calidad en cada uno de nuestros productos.
¡Huevo San Juan calidad que cuida de ti!