Cuando hace calor, los alimentos se descomponen más fácilmente, así que hoy te enseñaremos algunos trucos para que duren más tiempo frescos.
Cuando el clima es más caliente, debemos ser muy cuidadosos con los alimentos, ya que se descomponen más rápido, y por lo tanto se desperdicia más comida y las enfermedades estomacales se incrementan.
Para evitar que eso suceda, hoy te compartimos algunos consejos que te ayudarán a mantener tu comida en buenas condiciones por más tiempo.
A veces, cuando vamos al súper o al mercado, compramos comida de más para no tener que dar tantas vueltas; sin embargo, en esta época lo más recomendable es comprar lo necesario para la semana y no tratar de llenar la alacena o refrigerador con alimentos de "reserva", ya que corren el riesgo de descomponerse más pronto.
Al ir de comprar, no olvides leer las fechas de caducidad de los alimentos. Muchas veces en los supermercados ponen los productos más viejos al frente y los más nuevos al fondo de los refrigeradores y anaqueles, así que siempre revisa dos o tres empaques para que te lleves a tu casa el producto más fresco.
En el caso del Huevo San Juan, en la siguiente liga te damos distintas opciones para saber si un huevo está en buen estado, ya sea en la tienda donde lo compras o en tu casa.
Normalmente se recomienda no lavar las frutas y verduras hasta que se vayan a usar, pero a partir de la pandemia por COVID-19, la recomendación es guardar todo (o casi todo) limpio. El problema es que, si el alimento queda húmedo se puede descomponer mucho más rápido.
Entonces, si los lavas, asegúrate de que estén completamente secos al guardarlos en el refrigerador. Incluso puedes poner unas hojas de papel estraza, toallas de papel o periódico al fondo del cajón para que absorban cualquier resto de humedad; este truco también es fantástico para conservar las hortalizas (lechuga, espinacas, cilantro, perejil, etc.) en caso de que las guardes en una bolsa o molde cerrado, ya lavadas y desinfectadas.
Sin embargo, aunque trates de secarlos, hay algunos alimentos que no resisten mucho tiempo si los lavas, como son las setas, las berries y el brócoli. En este caso, guárdalos en una bolsa o recipiente cerrado con papel en la base y lávalos hasta que vayas a consumirlos.
Las verduras que se venden en bolsas o paquetes cerrados tampoco se deben lavar antes de meterlas al refri, así como ningún tipo de carne.
En el caso del huevo, estos tienen un recubrimiento natural que los protege de las bacterias, y si los mojas ese recubrimiento puede perderse, así que te recomendamos almacenarlos tal y como los compras y lavarlos justo antes de usarlos, recuerda sólo lavar los que necesitarás en tu receta para evitar que se contaminen. En esta liga puedes descubrir más sobre cómo cuidar las piezas de huevo en tiempos de COVID-19, y cuáles son los cuidados que tenemos en Huevo San Juan para que nuestros productos lleguen en perfecto estado a tus manos.
En la medida de lo posible, mantén separados los alimentos más perecederos de los que no lo son tanto, ya que el juntarlos puede ocasionar que los primeros hagan que los otros se pudran también más rápido. Igualmente, separa las frutas y las verduras en compartimentos separados.
También almacena por separado los ingredientes de los platillos; por ejemplo, si vas a hacer un espagueti con salsa, guarda ambos ingredientes por separado y mézclalos al calentarlos para servirlos; o si vas a hacer ensalada y no la vas a consumir al instante, guarda los ingredientes ya cortados en recipientes herméticos individuales, revuélvelos al servir, y por supuesto, nunca adereces toda la ensalada si no es seguro que se va a terminar en ese momento.
Los alimentos se conservan más tiempo frescos si los guardas en recipientes de cristal en vez de plástico.
¡Lava el refrigerador! Mantener el refrigerador libre de gérmenes puede hacer que tus alimentos se conserven mucho mejor.
Evita colocar los alimentos más perecederos (por ejemplo, la leche, el jamón, los frijoles?) en la puerta del refrigerador, ya que esta es la parte más caliente; además de que al abrirlo y cerrarlo constantemente, los alimentos de la puerta están más expuestos a los cambios de temperatura. Ahí solo pon alimentos con conservadores o que duren más tiempo, como salsas de botella, mantequillas, conservas, mostaza, etc.
El frío extremo también quema, y cuando congelamos los alimentos de manera inadecuada corremos el riesgo de que pierdan sus propiedades, que cambie su sabor, e incluso volverlos no seguros. Para evitarlo puedes usar alguno de los siguientes métodos:
Si tus hijos ya regresaron a clases presenciales o si comes en tu trabajo y no hay refrigerador para meter tu comida, usa loncheras térmicas y pon un paquete de gel refrigerante congelado dentro.
Ten cuidado con las salsas a base de huevo y productos lácteos, ya que tienden a descomponerse con los cambios de temperatura. Para la ensalada, pon el aderezo en un pequeño recipiente aparte para aliñarla justo antes de comer. Si incluyes bebidas, puedes ponerles hielo para que se mantengan frescos, incluso hay alimentos y líquidos que se pueden congelar la noche anterior para que resistan a lo largo del día. Finalmente, hay que evitar que la lonchera quede cerca de alguna fuente de calor (por ejemplo, la computadora) o donde le dé directamente la luz del sol.
Como ves, hay muchos trucos muy prácticos que pueden ayudarte a mantener tus alimentos en buen estado por más tiempo, lo que sin duda te ahorrará tiempo, dinero y generará menos desperdicios. Y tú? ¿conoces algún otro secreto para conservar la comida?
Referencias
Gimferrer, N. (Septiembre, 2010). Quemaduras en alimentos por bajas temperaturas. Eroski Consumer.
Montaño, P. (Mayo, 2017). 9 tips para que tu comida no se eche a perder en época de calor. Cocina Vital.
Redacción. (6 diciembre 2015). 4 consejos para que la comida dure más en la nevera. BBC Mundo.